Cómo nos afecta el cambio de hora

Como cada año, el último domingo de octubre nuestros relojes (y de paso, nuestros pc, smartphones, ipads y innumerables gadgets que pueblan hoy nuestras vidas) se retrasarán una hora. Concretamente, esto sucederá a las tres de la mañana de este domingo 27 de octubre, en la que el tiempo, sin necesidad de Deloreans ni máquinas especiales, retrocederá una hora hasta las dos a.m.

Durante el año, el cambio horario se produce dos veces, y se plantean fundamentalmente como una medida económica, discutible,  de ahorro energético. Los cambios se realizan en octubre, para la llegada del llamado horario de invierno, y en marzo, para dar paso al horario de verano.  Se realizan de manera simultánea en toda Europa para evitar problemas  de coordinación.

El  germen de la idea  de los cambios horarios se atribuye a  Benjamin Franklin, y  es incluso anterior a la generalización de la luz eléctrica en los hogares. Se dice que en 1784, mientras trabajaba como enviado especial en Francia, Franklin envió una carta anónima al Journal de Paris  en la ponía de relevancia cómo los parisinos madrugaban más durante  el verano, para ahorrar en velas y aprovechar la luz natural.   Aunque Franklin era un gran fan de los madrugones , o más bien,  de la idea de levantarse y acostarse con el sol – suya es la frase «Early to bed and early to rise makes a man healthy, wealthy and wise» *– no llegó a proponer formalmente el cambio horario.  Curiosamente, la propuesta  para el cambio horario de verano llegó de la mano de William Willet, un aficionado al golf al que le fastidiaba tener que suspender sus partidas con la llegada del atardecer. Aunque su propuesta fue ignorada durante casi una década, en la Primera Guerra Mundial,  Alemania decidió adaptarla  como medida para ahorrar carbón. Y pronto otros países europeos la siguieron. En España, el cambio horario tal como lo conocemos, dos veces al año, lleva en vigor desde 1974.

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Doc y Marty en Regreso al futuro, discutiendo si este domingo duermen una hora más.

Ahora que hemos hecho un poco de historia,  y ya que este es un blog en el que damos consejos para dormir bien y combatir el insomnio, conviene pensar en cómo nos puede afectar el cambio horario que se avecina en nuestro sueño. En Current Biology  se publicó en 2007 un estudio sobre el efecto del cambio horario en los patrones de sueño de más de 50.000 personas. El resultado  fue que, si bien ambos cambios pueden alterar nuestros ritmos circadianos, el cambio al horario de invierno, que es el que tenemos a la vuelta de la esquina, se acomoda con bastante más  facilidad que el de verano, que parece afectarnos más profundamente.

Pero si igualmente, quieres reducir al mínimo el efecto del cambio de hora sobre tus patrones de sueño, aquí van cuatro puntos que debes tener en cuanta:

1. Aunque no sufras de insomnio, puede que notes más dificultad para dormir y somnolencia al despertar. Esto se debe a la ligera alteración  que sufre nuestro reloj interno con el cambio de hora.

2. Dos días,  de media, es el tiempo que vas a necesitar para adaptarte al nuevo horario. Aunque esto puede variar de persona a persona, como el cambio horario de invierno parece afectarnos menos, un par de días suele ser suficiente para acomodarnos y que no nos produzca mayores problemas de sueño.

3. Los bebés y los mayores pueden notar más el cambio. Los lactantes, según el dr. Gonzalo Pin, experto en trastornos del sueño infantil en el Hospital Quirón de Valencia, pueden experimentar alteraciones en su alimentación, y  a los niños en edad escolar les costará más despertarse. Para los mayores de 50, en los que la dificultad para dormir  o los despertares tempranos  son más frecuentes de manera habitual, la cuestión es que pueden tardar más en adaptarse a los cambios.

4. Olvida la siesta este fin de semana: Ya que este domingo disfrutamos de una noche más larga, y la posibilidad de dormir una hora más. . . intenta no echarte la siesta este fin de semana. Así minimizaremos el efecto del cambio horario en nuestros patrones de sueño.

Y  si te pone de mal humor pensar que a partir de ahora  se nos hará de noche más pronto, mira el lado positivo: la de este sábado será la noche más larga, si no puedes dormir, puedes probar a celebrarlo en plan Travolta.

Imágenes:  © vikis – Fotolia.com, Universal Pictures

* Proverbio tipo  A quien madruga, dios le ayuda

Sigue descansando