Dormir mejor: ¿búho o marmota?

¿Cómo dormir mejor? Seguro que si eres como un búho, que  se pasa la noche con los ojos de par en par, te lo has preguntado un millón de veces. También  te habrás preguntado por qué unos tanto y otros tan poco. Esta frase del refranero popular es especialmente adecuada para el tema del sueño y cuánto dormimos las personas, y seguro que muchos de los que leéis estas líneas la habéis pronunciado alguna vez. Si eres como una marmota, y despegarte de las sábanas cada mañana es una odisea, puede que en este post encuentres una  razón.

¿Por qué unos duermen como auténticos troncos, durante largas horas que para ellos parecen un suspiro, y otros ven cómo el tiempo en una noche de insomnio parece no moverse ni en las agujas del reloj?

La necesidad de la cantidad de sueño puede variar de persona a persona y en ello influyen multitud de factores, como la edad del individuo, el sexo o  el grado de actividad. El por qué unos duermen mejor y otros peor, es difícil de determinar tanto como el número de horas que necesitamos individualmente.

Todos hemos conocido personas que para estar bien necesitan (y adoran) dormir más de las 8 horas que tradicionalmente se establecen como media deseable. Otros en cambio, aparentan estar frescos como una rosa con apenas cinco o seis. Gente marmota que puede dormir durante horas y echarse la siesta a media tarde, y auténticos buhos humanos para los que eso de cerrar los ojos y entregarse al sueño es misión casi imposible.  En ambos extremos, hay ejemplos célebres: se dice que el gran científico Albert Einstein necesitaba dormir hasta 11 horas al día para estar al 100%.  Menos mal que ciertos rumores dicen que eso de la Teoría de la Relatividad se le ocurrió medio en sueños; si no, a saber de dónde sacaba el tiempo!

A Margaret Thatcher, por el contrario, le bastaban cuatro horitas de sueño para gobernar con mano de hierro la Gran Bretaña, y pocas más a Napoleón para capitanear el imperio francés. En  nuestra particular cuota castiza de celebridades maldurmientes Salvador Dalí estaría seguramente en lo más alto, y también, cómo no, en lo más raro: se dice que dormía en siestas cortas, sujetando una cucharita de café, para que el estrépito al caer sobre un plato le despertara si se pasaba del tiempo que el artista consideraba aceptable estar en brazos de Morfeo. Está claro que la cuestión de cómo dormir mejor no le quitaba el sueño.

Así que ¿cómo puede ser que las necesidades de sueño entre diferentes individuos sean tan diferentes? Es la pregunta del millón y no tiene fácil respuesta, pero un estudio da ahora alguna pista: es posible que un gen sea el responsable de que seamos más o menos dormilones. Según este estudio, cuyos resultados fueron publicados en  la revista Molecular Psychiatry, investigadores alemanes y escoceses descubrieron una variante genética llamada ABCC9 que podría estar relacionada con una necesidad mayor de dormir, concretamente, en unos 30 minutos más de sueño que la media.

Hay que decir que estos treinta minutos de más no parecen demasiado como para convertirse en una buena excusa para todos aquellos bellos durmientes que comprenden que dormir más que una necesidad, también es un placer. ¿Y  tú, eres búho o marmota?  ¿Nos cuentas qué haces para dormir mejor?

Sigue descansando