Consejos para dormir bien en verano

¿Dormir mejor en verano que en el resto de las estaciones del año, es una utopía? O mejor dicho, ¿acaso es posible dormir bien en un verano caluroso, o es una leyenda urbana, como aquella de los cocodrilos que se paseaban por la alcantarillas de Nueva York?

Las altas temperaturas típicas de la temporada estival nos traen a más de uno de cabeza, y vuelven a nuestro sueño loco, loco. Si a esto le añadimos que si estamos de vacaciones quizá hayamos abandonado con alegría los madrugones y nos hayamos entregado al noctambulismo desenfrenado, los hábitos de sueño regulares que hemos ido construyendo durante el año se habrán ido también a tomar algo, y eso de dormir se vuelve mucho más difícil de lo que parece. Y es que a muchos  nos encanta  decir aquello de “un poquito más” y robarle un ratito al despertador, pero en materia de  sueño, conviene, como diría Guardiola, levantarse temprano, pero que muy temprano.

Dejando de lado símiles futbolísticos, para dormir mejor en verano podemos seguir una serie de consejos orientados a ahuyentar el insomnio, al que le encanta aprovechar los calores para cogernos por sorpresa ycolarse en nuestra fiesta sin invitación.  El objetivo de estos consejos es ayudar a nuestro cuerpo a prepararse para el sueño incluso en ambientes hostiles como los de las noches tórridas de julio y agosto, y intentar no entrar en la espiral ansiedad -insomnio que  puede  convertirlas en pesadilla.

Clave 1: Acondiciona tu dormitorio

Es importante que el lugar en el que vayamos a dormir sea cómodo y confortable, y eso incluye que no haga ni demasiado frío ni calor. Nuestro cuerpo habitualmente baja su temperatura cuando se prepara para dormir, pero esto es complicado en las noches en las tenemos la impresión de estar en un enorme horno, y es la razón por la cual nos cuesta conciliar el sueño. La solución es fácil si tenemos aire acondicionado: fijarlo entre 22 y 25 ºC es lo más adecuado, ya que por encima de los 26 grados la calidad del sueño disminuye.  Si no tenemos aire, podemos pensar soluciones alternativas para que nuestro dormitorio esté lo más fresco posible: bajar las persianas durante las horas en las que más pega el sol y ventilar bien al atardecer. Un ventilador estratégicamente orientado también puede ser un buen aliado en las noches más calurosas. Colocar un barreño con agua y hielo delante nos puede proporcionar la brisa fresquita que anhelamos.

Clave 2: Refréscate

Una ducha templada un rato antes de ir a la cama puede ser de gran ayuda. No te duches con agua completamente fría, puede ser contraproducente: se trata de refrescarse, no de despertarse!  También es buena idea tener en la mesita de noche un vaso de agua helada, como remedio de emergencia cuando te despiertes acalorado. O puedes probar a echar pequeñas siestas al fresco, por ejemplo en una hamaca. Y si eres tan afortunado de tener terraza, una noche al raso puede salvarte del insomnio.  Hay remedios para dormir bien en verano aún más curiosos, como el conocido como “método egipcio”, que se trata simplemente  de taparse con una sábana o toalla húmeda. pero con este método de lo que puede que no te salves es del resfriado.

Clave 3: No des vueltas

Cuantas más vueltas des, más calor vas a sentir. La cama absorbe el calor de tu cuerpo y acabarás bañado en sudor y lo que es peor, lleno de ansiedad y nervios. Evita dormir boca abajo y el uso excesivo de almohadas y si eres de los que necesita taparse, que sea con sábanas de algodón, y dejando los pies fuera. La mejor postura para dormir mejor cuando hace calor es de costado, porque una menor superficie de tu cuerpo tendrá contacto con la cama.

Y tú, ¿nos cuentas  tus trucos para dormir bien en verano?

Foto: Anoldent – Flickr

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