Caer en el mundo de nuestro subconsciente, en el mundo de los sueños, es caer en otro mundo en el que nuestro cerebro, nuestra ética, pueden cambiar de una forma drástica que ni siquiera imaginábamos. Cuando soñamos cosas inesperadas que nunca nos hemos planteado y que en el sueño se ha activado, nos sentimos extrañados de los actos que levemente recordamos. Como bien nos decía el psicólogo Sigmund Freud, los sueños son un lenguaje universal complejo de descifrar, en el que estamos libres del prejuicio que la sociedad nos impone y liberamos nuestros verdaderos deseos y emociones.
Este mundo fascinante de los sueños esconde muchas cosas deslumbrantes que aún quedan por descubrir. Si sois de los que soñáis con frecuencia y os atrae esta actividad de nuestro cerebro, ¡prepararos para desgranar lo que vuestra mente maquina!
¿Qué es el sueño?
Como se explica en el estudio “Los sueños: su estudio científico desde una perspectiva interdisciplinaria”, el sueño es una actividad cerebral que está promovida por ciertos núcleos de nuestra cabeza. Estos núcleos son los que hacen que nosotros caigamos en el mundo del sueño. Adentrarnos en este mundo es entrar en dos fases, la primera No MOR o NMOR que es cuando se desactiva nuestra capacidad de vigilia, es decir, cuando empezamos con la morriña y nuestros párpados empiezan a pesarnos del cansancio. Y luego está el período MOR (“Movimientos Oculares Rápidos”), en esta fase es cuando estamos sumidos en nuestro descanso -a pesar de la existencia de estos movimientos oculares-.
Pero si hablamos del sueño desde una perspectiva mística, podemos decir que el sueño era considerado como una forma de comunicación con lo divino. Recordad las películas históricas que vemos, aquellas en las que soñar por ejemplo con ver a tus hijos o amigos haciendo algo “mágico” los podía llevar a la hoguera, ¿terrible verdad? O en el caso de los que podían descifrar los sueños, aquella especie de shamanes que existían en las aldeas con pocos pobladores. Estos personajes eran visitados día sí y día no por los habitantes para saber un poco más sobre sus sueños. En fin, siempre hay gustos para todos, pero este caso no es para sorprenderse, después de todo el sueño unifica el cuerpo, la mente y el espíritu. Quizás estas personas de aquel entonces -que perfectamente pudieron ser nuestros antepasados- simplemente buscaban lo que un día dijo Walt Disney, “Todos nuestros sueños pueden hacerse realidad si tenemos el coraje de perseguirlos”. Tal vez ellos acudían a los shamanes para saber que hacer con respecto a sus sueños y cumplirlos.
Interpretación de los sueños
Como personas curiosas que somos, siempre queremos saber el porqué de las cosas. Llevamos un pequeño filósofo dentro que se cuestiona sus pensamientos y sus actos y que quiere escudriñar dentro de su mente. Como dato curioso al sabio que todos tenemos dentro os diremos que solemos soñar aproximadamente dos horas. Esta es la duración que tiene nuestro subconsciente hacia nuestro particular “País de Nunca Jamás”. En cuanto a la interpretación de nuestros sueños hay que mencionar que no todos tienen el mismo significado, el detalle importa y por ello, no se puede generalizar. Además hay que mencionar que hay diferentes tipos de sueños:
Existen los sueños lúcidos. Es decir, cuando somos conscientes que estamos en mitad de nuestra somnolencia, que a veces despertamos de ellas y otros prefieren continuar con la aventura, pero claro está, son lúcidos respecto a la situación en la que se encuentran.
Arquetípicos. Este tipo de somnolencia según el estudio científico analizado refleja la capacidad artística y creativa de la persona. Es lo que los psicoanalistas como Jung califican como prototipos ideales.
Pesadillas. Las pesadillas como ya explicamos en nuestros post “¿Por qué tenemos pesadillas cuando dormimos?”, este tipo de sueños lo suelen sufrir personas que están muy estresadas. Las pesadillas vendrían a ser lo que algunos científicos denominan como modalidad desorganizada y negativa. Todo lo contrario que los sueños lúcidos y arquetípicos, que tienen una modalidad organizada y positiva.
En líneas generales el estudio revela que las personas con sueños lúcidos y arquetípicos son las ideales porque no presentan estrés como sucede con las pesadillas. Además, tanto las personas propensas a tener sueños lúcidos como arquetípicos tienen más consciencia del espacio-tiempo y una imaginación más destacada.
¿Te gustaría saber como identificar en cuál de estos sueños estaríamos? Te lo explicamos brevemente. El estudio menciona que como norma general los que tenemos pesadillas demuestran ansiedad y cuando están en la Tierra del sueño suelen presenciar desapariciones e intromisiones. Los lúcidos suelen ser más “aventureros y arriesgados”, sueñan con volar y caer, los psicoanalistas dicen que acostumbran a soñar con formas geométricas. Por último, los arquetípicos –palabra poco frecuente- son más proclives a fantasear con episodios de ciencia ficción o de fantasía.
Una vez explicado este punto, queremos saber ¿cuántos de vosotros habéis recurrido alguna vez a un diccionario de sueño? Nos despertamos y recordamos imágenes, siluetas y escenarios borrosos, pero hay algo que rememoramos en nuestras cabezas como si fuera la pieza clave de nuestro puzzle, por ejemplo un animal, una casa o incluso intimar con alguien que no conocemos, etc. Ahora ¿te ha ocurrido lo mismo que a nosotros, que tenemos ganas de ver en algún diccionario del sueño lo que soñamos ayer? Pues os dejamos con este DICCIONARIO DE SUEÑOS. Recuerda que no es nada malo saciar nuestra curiosidad acudiendo a un libro con estas características, pensad que no seremos ni los primeros ni los últimos en hacerlo.
Ahora con más dosis de información que nunca respecto al significado de los sueños, nos parecía un pecado no finalizar este artículo que esperamos que os haya gustado con un fragmento de la obra “La vida es sueño” del literario Pedro Calderón de la Barca, que dice así: “…toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son”. ¿Vosotros qué creéis?, ¿toda nuestra vida es un sueño?
